Recuperamos antiguos espacios mineros
Por su experiencia, avalada con decenas de casos de éxito en su medio siglo largo de vida y por su condición de empresa del sector público que extrema su sensibilidad en la responsabilidad medioambiental, Grupo HUNOSA es actualmente una de las compañías españolas más capacitadas para llevar a cabo tareas de restauración, rehabilitación y reutilización de terrenos e instalaciones degradados por la actividad minera e industrial.
Esa situación se ha visto potenciada por el escenario de política energética diseñada por la Unión Europea, que a lo largo de las últimas décadas estableció un abandono programado de la producción de carbón y de las minas. Grupo HUNOSA quiere tener un papel destacado en esa responsabilidad medioambiental ordenando una transición justa de la actividad industrial hacia una economía circular, limpia y sostenible que se apoya principalmente en el aprovechamiento de los recursos energéticos, de conocimiento y patrimoniales de la empresa.
En ese contexto, Grupo HUNOSA realiza la restauración de espacios propios y de terceros. Y es que ese conocimiento hace de HUNOSA la minera de referencia para estas tareas en España, razón por la cual ha sido habilitada por el Gobierno de España como medio propio del sector público para la restauración de espacios donde cesó la actividad minera.
La gestión del cierre de una instalación minera y su posterior reutilización es un proceso complejo con connotaciones medioambientales, de seguridad, económicas, jurídicas y patrimoniales; una actuación que involucra a diferentes administraciones; incluyendo aspectos de patrimonio cultural, ordenación del territorio y urbanismo.
Lograr estos fines obliga, entre otras cautelas, a llevar a cabo un pormenorizado, ordenado y riguroso proceso de clausura y postclausura de las instalaciones, unas acciones conocidas en toda Europa como postminería. Dentro de este marco de cese de actividad es donde surge la oportunidad de buscar nuevos usos y utilidades a los recursos. HUNOSA aborda este proceso de forma integral, abarcando ingeniería, ejecución, contenidos legales, económicos, patrimoniales, administrativos, y de control de las explotaciones clausuradas.
Nuestros servicios pasan por:
- Análisis de soluciones adecuadas para la reutilización de los terrenos.
- Diseño de planes de restauración y recuperación ambiental.
- Dirección, gestión y ejecución de las labores de restauración.
- Repoblaciones y trabajos forestales.
- Gestión de instalaciones de residuos mineros (diseño del depósito, plan de apilamiento según la granulometría, plan de drenaje y estabilidad de taludes).
- Mantenimiento de zonas verdes.
Más de 1.200 hectáreas recuperadas
En la fase de recuperación y restauración, Grupo HUNOSA ha abordado ya el cese de actividad y restauración de decenas de instalaciones: minas subterráneas, exteriores, lavaderos, escombreras… Sin contar la superficie transformada en suelo industrial, sólo en restauración medioambiental ha actuado sobre más de 1.200 hectáreas, terrenos dedicados antaño a la actividad minera e industrial.
En el caso de explotaciones exteriores, las minas a cielo abierto, se procede a reconstruir la morfología del área explotada dotándola de una cobertura vegetal. HUNOSA ha restaurado ya más de una decena de minas a cielo abierto. Estos terrenos han sido sometidos a una rehabilitación tan profunda que, en algunos casos, hace que sea prácticamente imperceptible saber que en ellos existió una explotación.
Otras minas exteriores y escombreras dan cabida hoy a explotaciones hortofrutícolas, áreas de recreo y plantaciones forestales. Algunas cuentan con pequeños lagos artificiales que facilitan la gestión agua. El agua es un elemento que hay que vigilar en el cese de actividad en pozos. Se controlan tanto los bombeos para no alterar los niveles del entorno como el vertido a los cauces mediante depuradoras.
Estas son algunas de nuestras actuaciones más significativas:
ESCOMBRERAS DE FIGAREDO
En 2014 se inició el plan de explotación (para suministro de la térmica de La Pereda) y de restauración de las escoberas que pertenecieron al Pozo Figaredo, en Mieres, actuación que se ha ido desarrollado por fases.
Desde el inicio de estos trabajos se realizó la hidrosiembra, aplicando a gran presión sobre el terreno una suspensión homogénea de agua, semillas, abono mineral, compost, abono de liberación lenta, mulch y estabilizador de suelos. Y, al mismo tiempo, se ha procedido a la plantación de Fraxinus excelsior en los sectores hidrosembrados. Se utilizó una mezcla de semillas de herbáceas (Festuca rubra, Lolium perenne, Trifolium pratense, Medicago sativa, Melilotus oficinalis, Trifolium repens, Lolium multiflorum, Festuca ovina, Festuca arundinacea y Dactylis glomerata). Además de las herbáceas, se incluyeron semillas arbóreas con el fin de promover la regeneración del sustrato arbóreo creando una masa regular.
Se ha realizado también una plantación uniforme por toda la superficie revegetada, distribuyendo aleatoriamente las especies seleccionadas: fresnos, abedules, arces y acebos. Se llevan plantados 1.021 árboles de estas cuatro especies.
UNIDAD MINERA MOZQUITA-MATONA
Se ha completado la totalidad de los trabajos de restauración de las superficies alteradas por la explotación de carbón a cielo abierto de las antiguas explotaciones mineras Mozquita Norte y Mozquita Sur y se ejecutan los mismos trabajos en el área de Matona.
Sobre los terrenos restaurados y dentro del desarrollo de una política de diversificación dirigida a recuperar parte de la actividad económica que en su día supuso la extracción del carbón se han implantado diversos aprovechamientos en actividades agrícolas, ganaderas y hortofrutícolas, compatibles con dicha restauración. Así:
- Existen plantaciones de manzanos de sidra en terrenos cedidos a empresas fabricantes de sidra.
- Se ha fomentado el aprovechamiento de pasto por parte de vecinos.
- Se ha realizado un ensayo de plantación de especies arbóreas autóctonas destinadas al aprovechamiento de biomasa, mediante convenio de colaboración suscrito entre la Universidad de Oviedo y Grupo HUNOSA.
- Terrenos destinados a aprovechamientos frutícolas con plantaciones de kiwi en régimen de explotación por parte de una empresa.
EXPLOTACIÓN MINERA DE COTOBELLO, ALLER
Se trata de una antigua mina a cielo abierto. La finca, con una superficie de 147 hectáreas, ha sufrido una espectacular transformación medioambiental y sobre la que se ha realizado un proyecto de parque eólico.
Además de procederse a tratamiento selvícola con labores de desbroce, clareo y podas de árboles semi-maduros, se repoblaron 131 hectáreas con la plantación de 196.000 ejemplares de pino radiata.
También se construyó un depósito contra incendios con capacidad de 200 m3 para helicóptero y camiones motobomba, además de desbrozarse y mejorar el firme de caminos existentes y habilitar otros nuevos.
Gestión de huecos de viejas explotaciones
Además de las actuaciones de recuperación de antiguos espacios mineros, Grupo HUNOSA también se ha especializado en intervenciones sobre esos terrenos y afecciones de la actividad extractiva en montes y bosques: los huecos mineros.
Estos huecos, en estado de abandono y olvido, pertenecientes a viejas explotaciones, pueden suponer un riesgo para la seguridad de las personas: montañeros, cazadores, senderistas, etc.
Ante este problema de seguridad, Hunosa diseña planes que persiguen minimizar y evitar los efectos desfavorables que conllevan los accesos, pozos y labores que comunican el subsuelo con la superficie del terreno.
Con estos planes, HUNOSA amplía el catálogo de riesgos derivados de la minería, que tradicionalmente se ha centrado en la subsidencia minera en general (inestabilidad en el terreno afectado por la actividad extractiva). Los denominados huecos mineros son los pozos verticales, chimeneas y coladeros, cales o “tragues” y galerías y bocaminas. Las medidas previstas, en función de la característica del hueco y los riesgos detectados pueden ser desde la instalación de vallas o barreras, el cierre o tapón, hasta el rellenado con material compactado.
Por lo general, estos huecos mineros se localizan en zonas de difícil acceso –de montaña y alejadas de ámbitos urbanos–, puesto que los que se encuentran en lugares transitados suelen estar sujetos al control pertinente. La mayoría de esos orificios y cavidades se corresponden a la minería de montaña, labores que fueron abandonadas hace mucho tiempo, en una época en la que la normativa y la sensibilidad administrativa respecto a la seguridad y el medio ambiente eran distintas a las actuales.