La compañía aprovecha los recursos que le proporciona su antigua actividad extractiva para avanzar en nuevas energías como la biomasa, la geotermia o el hidrógeno verde

HUNOSA ha celebrado hoy, víspera de Santa Bárbara, la entrega de las Medallas a la Antigüedad, tradición institucional que se remonta más allá de la creación de la propia compañía. Once trabajadores han recibido este año una distinción que reconoce los años de servicio a la compañía: nueve de ellos, pertenecientes al área de Sueros (Mieres), dos a la de Modesta (Langreo), otros tantos al área de Aller, y una a las oficinas centrales en Oviedo.

Al acto han asistido, entre otras autoridades, el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez; la vicepresidenta de la Junta General del Principado de Asturias, Celia Fernández; el alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Jose Ramón Martín Ardines y el presidente de HUNOSA, Enrique Fernández. La celebración se enmarca en un periodo de transformación histórica para la compañía y para las comarcas mineras asturianas ya que, por primera vez, la compañía celebra la patrona minera con todas sus minas clausuradas, tras el fin de la extracción de carbón en Nicolasa, como así destacó Enrique Fernández.

Este hito histórico marca “el final de una etapa y consolida la transformación definitiva de la empresa, que avanza hacia un modelo energético basado en la innovación y la diversificación”. Volcada en las energías renovables y la restauración y conservación del medio ambiente, la empresa aprovecha sus recursos mineros e industriales para alumbrar nuevos proyectos vinculados a la descarbonización y avanzar en los que ya tiene en marcha.

En 2025 han comenzado las obras para la conversión de la central térmica de La Pereda en una planta de producción de energía eléctrica con biomasa, actuación con una inversión de 55 millones de euros que permitirá que la instalación esté operativa a comienzos de 2027. Este es el proyecto estratégico que garantiza el empleo al menos durante 20 años, los que establece el régimen retributivo conseguido por Hunosa para la central en la subasta de renovables celebrada a finales de 2022.

La compañía continúa extendiendo sus redes de calor de energía geotérmica. Tanto la del Pozo Fondón en Langreo, en su tercera fase, como la de Barredo en Mieres, mientras estudia el potencial de otros antiguos pozos minero. La tramitación administrativa para la creación de una planta de producción de hidrógeno renovable, proyecto de I+D+i a través de un consorcio en el que también se integran Alsa, Hyrem, la Universidad de Oviedo, Duro Felguera y el instituto polaco GIG-PIB, también ha avanzado en el presente ejercicio con la aprobación inicial, por parte del Ayuntamiento de Langreo, del plan urbanístico del Pozo Fondón. La compañía prevé también dar una nueva vida al Pozo Nicolasa, tras el final de su actividad minera, y analiza su conversión en una central de almacenamiento energético mediante bombeo hidráulico reversible.

El presidente de HUNOSA ha destacado la labor desarrollada por las sociedades de promoción de la compañía, Hunosa Empresas y Sodeco -compartida esta última al cincuenta por ciento con el Principado de Asturias- y también el cincuenta aniversario de la fundación laboral FUSBA, consolidada como un referente con actividad en la confección, los servicios ambientales y archivísticos, la gestión museística…

Asimismo, ha puesto en valor a Sadim, en su 25º aniversario, que afronta una transformación tras ampliar nuevos horizontes con la obtención de la condición de medio propio, lo que le permitirá desarrollar directamente labores de regeneración y restauración medioambiental para el sector público.

Enrique Fernández ha querido destacar la contribución de los trabajadores en la transformación de la compañía. Las medallas a la antigüedad representan, ha dicho, un homenaje al compromiso y al esfuerzo de quienes han contribuido a que la empresa mantenga vivo su vínculo con el territorio y encare con solidez las oportunidades de la descarbonización.